jueves, 17 de diciembre de 2009

LA CIUDAD Y SUS AÑOS


Las personas que hoy gozan de ser mayores, habitaron nuestra ciudad en una época en que las calles eran empedradas, el transporte era en tranvía, el bus costaba veinte centavos y una gaseosa costaba un sucre. La ciudad era pequeña, la mayoría de las calles eran de doble vía y circulaban pocos carros. El Sr. Arturo Ubillús recuerda que lo que hoy conocemos como Urdesa, era apenas un lugar con unas cuantas casas y una gran tienda de abarrotes, lo que luego fue Supermercado El Rosado y lo que hoy es Mí comisariato.


Los ciudadanos de esa época vestían camisas mangas cortas y guayaberas, mientras que las mujeres con vestidos especiales y un abanico, cuyo lenguaje era transmitido a sus pretendientes.


Antes de la adolescencia, los varones usaban pantalones bombachos y cuando ya eran jóvenes usaban el pantalón largo.


Un apartado especial ocupa la vida del Malecón: habían carretillas a todo lo largo donde vendían seco de pollo y guatita hasta altas horas de la madrugada. Era muy concurrido y la comida era deliciosa. Después de las fiestas era un lugar de visita obligada.

La mayoría de las fiestas eran privadas, por lo que el American Park era un lugar famosísimo donde se presentaban artistas de renombre al igual que en la famosa feria de Caraguay en la que estuvo Sandro, Raphael, Roberto Carlos, Juan Cavero y grandes orquestas nacionales, como la Blacio Jr., la Falconí Jr.


Epoca de muchas tradiciones y buenas costumbres, de gente amable y servicial cuya compañía era agradable. Por ejemplo, el transporte hacia la costa era en chiva, asientos de madera y largas filas. En época de carnaval todo el carro se cubría con una gruesa lona para que los pasajeros no sean mojados con agua de pescado y a veces hasta lodo.


El acceso a la lectura era restringido. No había muchas librerías. Si se quería leer se tenía que acudir a la Biblioteca Municipal, pues estaba reservado para la gente 'pudiente' el tener bibliotecas privadas. La vida cultural era restringida. Además no todas las personas sabían leer y escribir.

Esta es una generación de "la radio". Todas las noticias, las novedades, eran transmitidas por la radio. Muchas voces, como la de Blanca Salazar, se hicieron famosas en las radionovelas que se transmitían tanto en la tarde como en la noche, al igual que los noticieron con dramatizados en los que finalizaban diciendo "...y el tiempo sigue su marcha" así como ahora escuchamos la voz de Eduardo González en el noticiero de TC diciendo "...y esto ya es historia".


Las cocinas de los hogares eran a kérex o al carbón y la mayoría de las casas eran de madera, esta fue una de las razones por las que se iniciaban y propagaban rápidamente los incendios.


También estaban los pregoneros, los que hoy llamaríamos vendedores informales que se pasean por los barrios voceando sus productos. Cada 'pregonero' tenía su rima como por ejemplo "boooola e' maní, tu tía para mí" "pan panadero, pan blanco, recién salido del horrrrno" y así el ropavejero, el carbonero, el vendedor de kérex en carretilla tirada por burritos, el afilador de cuchillos, etc.


Estos son los años de nuestros abuelos y abuelas, personas valiosas que vivieron en el "Guayaquil de Antaño" donde no había necesidad de cédulas ni garantías para comprar sino que la palabra era suficiente, una ciudad en la que todas las personas en los barrios se conocían, se invitaban y se reunían por las noches a conversar en los portales y si llegaba un vecino nuevo, se les enviaba una canastita de dulces de bienvenida.

Nuestra ciudad ha cambiado, ahora es ya casi una metrópoli, llena de autos y de miles de personas, pero este es el precio de la modernidad y así la habitamos. Lo importante es no perder nuestras tradiciones y recordar siempre que las generaciones anteriores a las nuestras responden a un estilo de vida de acuerdo a la época en que vivieron y que se merecen todo nuestro respeto y consideración pues son tan guayaquileños y guayaquileñas como nosotros.

EL SUEÑO DE LA GRAN COLOMBIA




¿Alguna vez se han preguntado como surgió esta fascinante idea que tal vez en principio pudo haber parecido descabellada; sin embargo, fue parte del ideario de muchos de los destacados personajes que participaron en las guerras de la Independencia Hispanoamericana?

A menudo nos enseñan sobre la participación de Bolívar y sus tropas en estas campañas bélicas que tenían como fin lograr la libertad americana del yugo español, para poner los destinos de estos territorios en manos de americanos, y como producto de estas contiendas y otras intervenciones diplomáticas en nuestro territorio, algunas de ellas un poco polémicas; surge pues el sueño de un gran país unificado bajo el nombre de Colombia que posteriormente pasaría a la historia como la Gran Colombia, el que terminaría repartido entre personajes que solo ambicionaban el poder.

En fin, esta flamante idea nació de la mente de un personaje que muy pocas veces es nombrado en algunos textos de historia escolares; sin embargo, su legado fue y es de gran trascendencia cuando de las Guerras de Independencia se trata. Nos referimos a Francisco de Miranda, hombre ilustre nacido en Caracas-Venezuela en 1750; el mismo que en sus años en territorio americano vivió en carne propia la discriminación de clases por que a pesar de ser hijo de españoles, sus raíces se ubicaban en las Islas Canarias, razón suficiente que degradaba su status y aceptación entre sus contemporáneos quienes lo llamaban “blanco isleño o de orilla”. A pesar de haber recibido una buena educación en varios campos del conocimiento, y dominar varios idiomas como el latín, inglés y francés, y posteriormente el italiano; tuvo que dejar su tierra para buscar darse su puesto en España, lugar donde además de alimentar su cultura e ideas con libros prohibidos por la Santa Inquisición, empezó su carrera militar sirviendo a la Corona, y aun así , sus esfuerzos y heroísmo demostrados en campos de batalla localizados en el norte de África, jamás fueron reconocidos como se debía, empezando de esta manera una odisea a través de muchos territorios coloniales en las Antillas, además de Norte y Sudamérica; sirviendo como estratega en algunas contiendas, y finalmente perseguido por sus ideas ligadas a la Ilustración que la Inquisición repudiaba. Viajaría a Estados Unidos, y sería testigo del nacimiento de esta nueva nación por entonces ya libre de Inglaterra, luego continuaría por varios países de Europa convirtiéndose en parte de la conquista de los Países Bajos encabezando tropas francesas en tiempos de la Revolución de dicho país. Son todos estos acontecimientos y gracias a los personajes importantes con los cuales estableció lazos de amistad, e intercambió ideas; que nace su gran empeñó por liberar el territorio americano, y aunque lo intentó con la ayuda de tropas inglesas en 1806, año en el que flameó por primera vez la bandera tricolor que se convertiría en el estandarte de la causa americana durante las batallas de libertad, bandera que también fue ideada por él basándose en los colores primarios del arco iris, y posteriormente sería adoptada como bandera nacional de territorio Grancolombiano y hoy es también símbolo de nuestro país, como lo es de Colombia y Venezuela.

Fue este hombre quien gracias a sus conocimientos, contagió a muchos otros en su época con ideales de libertad y rebelión contra España, siendo el mismo Bolívar uno de ellos, respetado por muchos como el guayaquileño José de Antepara quien le sirvió como asistente durante su estadía en Londres, y otros tantos autoridades europeas quienes rescataron de entre sus cualidades de hombre muy bien preparado, inteligente e innovador el espíritu puro de un ser que añoraba la libertad de su tierra y el posterior establecimiento de un gobierno justo. De el proviene la idea de un una gran nación conformada por territorios de habla hispana que se llamaría Colombia en honor a Cristóbal Colón y que abarcaría desde las orillas del Mississippi en Norteamérica hasta las Tierra del Fuego en Sudamérica, con un gobernante con poderes similares a los antiguos jefes indígenas, que velarían por la paz y seguridad entre indios, negros, mestizos y blancos que estén a favor de esta ansiada libertad.

Miranda regiría por algún tiempo los destinos de Venezuela, poderes entregados por Bolívar y estaría activamente involucrado en las guerras destinadas a mantener la total libertad del territorio de manos de las tropas realistas, tarea que no le resultaría nada fácil ante la indisciplina y deserción de sus tropas, hechos que lo llevarían a firmar su capitulación, razón por la cual sería apresado por Bolívar acusado de traidor y deportado a España, país donde fallecería en 1816 a la edad de 66 años.

A pesar de su desafortunado final, su recuerdo no sería borrado con facilidad, pues viviría en la mente de aquellos quienes soñaron con él, y descubrieron en sus ideales, razones absolutas para emprender la lucha por la libertad. Su legado vive en el corazón de aquellos que le deben la libertad de sus países, a sus tan sublimes pensamientos que se materializaron de la mano de los próceres de la Independencia Hispanoamericana. Como olvidar a este hombre de gran valor, quien es el único latinoamericano cuyo nombre figura en el Arco del Triunfo en París entre los héroes de la Revolución Francesa, por otro lado su retrato se encuentra inmortalizado en las paredes del Palacio de Versalles, y su estatua se yergue en Valmy junto a otros tantos célebres personajes que le recuerdan al mundo las hazañas de pondrían la base de la igualdad y fraternidad que muchos gobiernos del mundo aspiran conseguir aún en la actualidad.