lunes, 4 de enero de 2010

El Todo Poderoso Júpiter


En la mitología romana, Júpiter desempeñaba el mismo papel que Zeus en Grecia: era el amo y señor de todos los dioses, seres humanos y el universo. Hijo del dios Saturno a quien derrocó; originalmente no era el dios romano más importante, pues aquel pueblo guerrero veneraba al dios de la guerra, Marte. Júpiter simplemente era una divinidad dispensadora de la luz y regía como dios de la lluvia, el rayo y el relámpago. Fue llamado "Jupiter Optimus Maximus Soter" (Júpiter el mejor, mayor y mas sabio) como dios patrón y protector del Estado romano, encargado de las leyes y del orden social. Júpiter fue reconocido como un dios sabio y justo; aunque también sobresalía su gran temperamento. Reinaba en la tierra y el cielo, sus atributos principales eran el águila, el rayo, y el cetro. Conocido por muchos, uno de sus mayores defectos era la promiscuidad. Para realizar sus conquistas se valía de diversas artimañas; se transformaba en animales hermosos ya que no podía ser visto en toda su gloria.
El mayor templo de Roma era el de Júpiter Optimus Maximus, en el monte Capitolino, donde era adorado con la forma de una roca, conocida como "Júpiter Lapis", sobre la cual se realizaban juramentos. El templo de Júpiter del Capitolino fue comenzado por Tarquino Prisco y completado por Tarquino Soberbio, el último rey de Roma, aunque fue inaugurado el 13 de septiembre de 509 a.C., a comienzos de la República. Los restos que se conservan de los cimientos y el podium, se encuencuentran mayormente bajo el Palazzo Caffarelli. Se calcula que el tamaño total del antiguo templo era de unos 400 metros cuadrados.


Templo de Júpiter en Túnez. Sus ruinas se alzan en la que fue una importante ciudad romana, convertida mas tarde en capital Bizantina.

LOS MITOS


Epicentro de un gran imperio, Roma no podía dejar de convertir sus orígenes en un mito. En una de sus leyendas, se menciona que en los campos de lo que hoy es Italia reinaban los hermanos Amulio y Numitor. La ambición, hizo que Amulio se posesionara del poder total de las tierras. Por esta razón destierra a su hermano Numitor, aniquila a todos sus hijos a excepción de su hija Rea Silvia, la menor, quien fue encerrada y consagrada a la diosa Vesta (diosa del hogar).

Según el mito, Rea logró escapar y llegó a orillas de un río en donde se encontró al dios Marte, del cual se enamoró perdidamente. Fruto de esta unión nacieron dos niños: Rómulo y Remo.

Amulio, el rey, al enterarse de esto se sintió temeroso de que los hijos de Rea en algún momento se decidieran a buscar venganza y por esta razón envía a que sean arrebatados de los cuidados de su madre. Los niños fueron abandonados en el bosque, arrojados con vida al Tíber, esperando que murieran de hambre. La desesperación de los niños hizo que lloraran de tal manera que el dios Marte (su padre) los escuchó y es por esto que envía a una gran loba la cual los alimentó y cobijó hasta que un pastor los encontró y los crió como sus propios hijos enseñándoles las destrezas del campo y la lucha.

Un día Numitor los encontró y descubrió que eran sus nietos. Al enterarse de la historia de su familia, Rómulo y Remo reunieron un grupo de Pastores, se enfrentaron contra Amulio dándole muerte y devolviéndole el trono a Numitor.

Los hermanos empezaron a recorrer la zona en busca de un lugar donde establecerse. Se detuvieron en las cercanías del Tíber, un lugar rico en frutas y animales. Fue aquí, rodeada de muros donde nació Roma.

Tras fundar Roma, Rómulo se impone como rey, lo cual despierta la envidia de su hermano, quien estaba cansado de los insultos y las burlas que en público su hermano le hacia frecuentemente.

Rómulo traza un surco con un arado señalando los límites de la ciudad y amenaza de muerte a quien lo traspase. Remo se burla de advertencia de su hermano y salta la línea. Rómulo afirma: "Así se le pasará a cualquiera que se atreva a franquear mis murallas". Y le da muerte.

El asesinato de Remo en manos de Rómulo recuerda el de Caín y Abel en la Biblia. La muerte de Abel está al servicio de un destino moral sustentado por Dios. En el mito romano, la muerte de Remo está en función de un destino imperial, también sustentado por los dioses. Ambos mitos apuntan a inculcar valores considerados superiores al sentimiento mas primario y elemental: el de la fraternidad.

Desde entonces y tras muchas generaciones, Roma, se convirtió en la nación mas poderosa del mundo antiguo.

Rómulo y Remo amamantados por la loba.